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La importancia del OEE en el mantenimiento de las máquinas en Alimentación. Por ABB. [Artículo]

Publicamos artículo de Gernut van Laak responsable de automatización del sector Alimentación de ABB

Por Gernut van Laak, responsable de automatización del sector Alimentación de ABB ABB
Actualizado el 29 de mayo, 2017 - 12.26hs.

Gernut van Laak, responsable de Soluciones de automatización de Food and Beverage de ABB, explica en este artículo cómo hacer hoy un mantenimiento adecuado de las máquinas en planta.

Autor: Gernut van Laak, responsable de Soluciones de Alimentación y Bebidas de ABB

En 1927, Thomas Parnell inició el experimento de la gota de brea que examina la viscosidad de una sustancia similar al alquitrán midiendo la velocidad a la que fluye por un embudo y cae a un vaso. En las ocho décadas que hace que está en marcha el ensayo, sólo han caído ocho gotas y a pesar de que el experimento está expuesto en un lugar destacado de la Universidad de Queensland nunca nadie ha visto caer una gota. Como ocurre con este ensayo a veces la necesidad de mantenimiento en una fábrica puede pasar desapercibida. 

Del papel a la pantalla

Desde el punto de vista del I+D la industria de la alimentación y de las bebidas es uno de los sectores más punteros. Sin embargo cuando hablamos sobre mantenimiento lo cierto es que la mayoría de empresas siguen conservando sus registros en papel. 

Aunque en el pasado la normativa y los requisitos de conformidad obligaron a estas empresas a trabajar con papel actualmente los avances que han experimentado las herramientas digitales hacen que el uso del papel ya no sea necesario. 

Lamentablemente, una vez implementados, los sistemas basados en papel son difíciles de erradicar. A las empresas les cuesta romper con sus rutinas y eso hace que pasen por alto el notable ahorro de costes, las mejoras en eficiencia y las ventajas competitivas que pueden ofrecerles los sistemas electrónicos.

El activo más importante de una empresa y la clave de su éxito son sus empleados. Los técnicos de mantenimiento de hoy en día ya tienen los conocimientos informáticos que permiten el cambio a la era digital. Mediante una interfaz familiar los técnicos pueden trabajar más rápido y de forma más inteligente, con el consiguiente aumento de la productividad. 

Los registros electrónicos también ahorran tener que introducir los datos, una característica típica de los sistemas basados en papel que tantos errores causa y al que tanto tiempo dedican los empleados. 

Aunque el factor más importante en el éxito de cualquier empresa son sus empleados el coste más alto asociado al mantenimiento manual también procede de las personas. A las empresas les cuesta tiempo y dinero realizar las tareas que se pueden automatizar. Los errores humanos que se producen durante la introducción manual de los registros derivan en acciones repetitivas, más carga de trabajo y auditorías. Los registros electrónicos también eliminan los costes relacionados con la impresión, la revisión y la búsqueda de los documentos en papel. 

Si el personal de mantenimiento tiene acceso a los datos a través de móviles, tabletas y otros dispositivos electrónicos en la propia planta de fabricación, podrán introducir los datos más rápidamente y podrán dedicar más tiempo a las tareas de mantenimiento. Tener un registro digital de las máquinas que necesitan un mantenimiento periódico hace que los técnicos accedan fácilmente a los datos a la hora de hacer la siguiente ronda de mantenimiento. 

Formación de los técnicos

A medida que los procesos digitales y la automatización ganan terreno en las plantas de fabricación se hace más necesario ampliar los conocimientos de los técnicos de mantenimiento.  Estos profesionales no solo necesitan aprender a usar los dispositivos inteligentes de forma eficiente sino que deben saber cómo trabajar diariamente con la automatización.

Hoy en día no existe ninguna certificación ni cualificación concreta para convertirse en técnico de mantenimiento lo que ha generado un panorama desigual en cuanto a los conocimientos en todo el mundo. 

Si bien la capacitación es importante los jefes de planta deben ser conscientes de que cada planta de fabricación es diferente y que, por lo tanto, hay que invertir en formación in situ, no sólo de todos los técnicos que se incorporen sino también en cursos de reciclaje periódicas de todo el personal. 

Mantenimiento preventivo

Una vez que los técnicos están formados y pueden acceder fácilmente a los registros las plantas pueden empezar a analizar el impacto del mantenimiento preventivo en sus operaciones. 

Las interrupciones no planificadas siempre parecen llegar en el peor momento posible, cuando hay mucho trabajo o cuando se está en mitad de una producción a gran escala. Por lo general estas interrupciones generan desperdicios y el producto que se está fabricando en el momento de la interrupción acaba siendo descartado. E incluso aunque no generen desperdicios no cabe duda de que las interrupciones implican diferentes grados de inactividad y que no sólo provocan una merma de la producción sino que pueden provocar la cancelación de pedidos y la pérdida de contratos si las entregas no se realizan en la fecha prevista.

Si se anticipan a los posibles problemas de la línea de fabricación los jefes de planta pueden reducir las interrupciones y mejorar la competitividad a largo plazo. Todos los fabricantes de alimentos y bebidas tienen períodos en los que no producen o producen mucho menos que durante la temporada alta. Ese es el momento ideal para llevar a cabo el mantenimiento de la línea de producción. Si un jefe de planta sabe que un motor necesita de media una reparación al año realizar este trabajo durante los períodos más tranquilos tendrá un impacto menor en el tiempo de inactividad y en las pérdidas de producción. 

La eficiencia general de los equipos (OEE, por sus siglas en inglés) es una manera cómoda de medir la eficiencia de la producción. Se tienen en cuenta tres factores: disponibilidad, rendimiento y calidad. La disponibilidad se ve reducida por los fallos de los equipos, la preparación y los ajustes; el rendimiento cae con la inactividad, las paradas cortas y la reducción de velocidad; y la calidad disminuye a causa de los defectos en el proceso y las pérdidas iniciales. Diferentes estudios han demostrado que mejorar cualquiera de estos factores tiene un impacto importante en la eficiencia, y que realizar un mantenimiento preventivo ayuda a mejorar los tres aspectos, ya que reduce los fallos de los equipos, las interrupciones y los defectos. 

Siguiendo el ejemplo del mantenimiento en planta el experimento de la gota de brea ha entrado hace poco en el mundo digital. Cualquier persona puede conectarse a la plataforma en línea para observar el aparato y con un poco de suerte ver caer la siguiente gota, algo que solo sucede cada ocho años. A diferencia del experimento de la gota de brea, el mantenimiento de la fábrica puede predecirse y, al hacerlo, los jefes de planta pueden ahorrar tiempo y dinero manteniendo la producción en marcha. 

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